lunes, 19 de noviembre de 2007

Con freno y marcha atrás




El pasado jueves se realizó el viaje de prueba del tren de alta velocidad que une Madrid con Valladolid. Todo salió perfecto, si no fuera porque el tren salió con un retraso de más de una hora, la locomotora no era un AVE, la velocidad máxima conseguida sobrepasó por poco los 160 km./hrs. y, al pasar por un tunel, el tren se llenó de humo. Si en vez de llegar a Valladolid, hubiese llegado a Vigo o a Santander, por ejemplo, el test hubiera sido calificado de perfecto.
Enrique Jardiel Poncela se adelantó a los políticos y técnicos de ahora. En Eloísa está debajo de un almendro (1940) un loco, que lleva unos lustro sin levantarse de la cama, hace casi todas las noches viajes virtuales en tren. Sus criados proyectan en una pantalla diapositivas de los lugares por donde el convoy pasa, mientras van cantando los nombres de las estaciones y voceando las especialidades de la población, todo esto tratando de cumplir el horario oficial de la compañía de trenes. Normalmente viaja en el tren correo, pero si hay precisa por llegar, no duda en abordar el rápido.
Hay versión cinematográfica. Su director, Rafael Gil, está más interesado en los aspectos del crimen y del misterio que en los cómicos, por lo cual elimina muchos de los diálogos absurdos y de las escenas hilarantes (la del viaje en tren está), o sencillamente las cambia de lugar. Un ejemplo, el prólogo de la obra de teatro, uno de los momentos más felices de la dramaturgia de Jardiel (muy rica en momentos felices), está ubicado hacia la mitad, por lo que a pesar de ser la escena bastante fiel al original, ya se hace difícil hablar de prólogo.

2 comentarios:

mòmo dijo...

Empecé a verla y me reí bastante, aunque creo que no la terminé. Cogeré el libro. ¿Estaría Jardiel Poncela pensando en Magdalena Álvarez cuando pergeñó el gag del tren?

ramiro dijo...

Hay que leer las novelas de Jardiel, especialmente el prólogo de Amor se escribe sin hache y La tournée de Dios. Allí aparece Dios y le preguntan si ahora crearía el mundo igual que como lo hizo antes. Él contesta que no, con los adelantos técnicos de ahora lo haría mejor.
Maleni parece más de los Alvarez Quintero, no sé si de Serafín o de Joaquín.